José Antonio Satué se despide de Teruel y Albarracín: “He sido y soy muy feliz aquí”

“Con dolor me veo en la obligación de anunciaros que en pocas semanas dejaré de ser vuestro Obispo, ya que el Santo Padre León XIV me ha confiado la misión de pastorear la Diócesis de Málaga”. Así arranca la carta que dirige José Antonio Satué a los católicos de Teruel y Alabarracín en el día en que se ha dado a conocer su nuevo destino: Málaga.

Para Satué, “gracias, perdón y adelante” son las tres palabras que resumen los “sentimientos muy hondos” que comparte con ellos después de haber pastoreado la diócesis aragonesa durante cuatro años. “He sido y soy muy feliz aquí”, sentencia el pastor que dice sentirse desbordado por “vuestra acogida, vuestro cariño y vuestra disponibilidad para trabajar juntos al servicio de la Iglesia y de los hombres y mujeres de estas tierras”.

Frutos de fe

“He podido sembrar con vosotros semillas de fe, esperanza y amor en tantos rincones de esta Diócesis, semillas cuyos frutos, antes o después y con el favor de Dios, germinarán, fructificarán y otros podrán disfrutar”, expone a modo de elogio para sacerdotes, religiosos y laicos.

A la par, Satué pide perdón “por mis defectos y excesos, por esas ocasiones en las que no he sabido estar a la altura de la llamada del Espíritu y de vuestra generosidad” con “mis silencios, mis actitudes o mis palabras”.

Samaritana y misionera

Pero si en algo hace énfasis el hasta ahora obispo de Teruel y Albarracín es en su deseo de que toda la comunidad católica continúe “el camino sinodal que con esperanza venimos recorriendo, tratando de identificar y secundar las inspiraciones del Espíritu Santo” que se materializa en el actual plan pastoral que busca “construir una Iglesia más samaritana y misionera”.

En la carta, también se lamenta de que “los últimos obispos de Teruel y Albarracín hayamos permanecido poco tiempo al frente de la Diócesis”, sabedor de “de las dificultades y el desconcierto que esta situación produce”.