Josep Lluís Serrano Pentinat jura la Constitución como Copríncipe de Andorra

El obispo de la Seu d’Urgell, Josep Lluís Serrano Pentinat, ha jurado este jueves la Constitución como Copríncipe episcopal de Andorra, cargo al que accedió el pasado mes de mayo. Tal como recoge EFE, fue u acto breve y formal, que se ha llevado a cabo en el Consell General (Parlamento) en presencia de la mayoría de las autoridades del país: síndics, miembros del Gobierno, consellers generals, cónsuls (alcaldes) y representantes de la judicatura.

Serrano ha dicho en su discurso que se compromete a respetar y defender los valores democráticos del Principado, a la vez que ha recordado que se trata de un acto de fidelidad creativa porque el Copríncipe se mantiene fiel a su misión eclesial aceptando “plenamente” las reglas de un Estado moderno, plural y aconfesional.

Igualmente, ha acatado la constitución poniéndose al servicio de Andorra y comprometiéndose con la democracia y “la dignidad de todas las personas”. Asimismo, ha dejado claro que es “heredero y continuador” de una larga tradición y ha hecho referencia a distintos documentos ligados a la historia andorrana, desde los Pareajes hasta el concordado entre la Santa Sede y el Principado.

Del mismo modo, ha dicho que asume la misión constitucional de Copríncipe con “consideración y consciente de la alta responsabilidad” que conlleva para todo el pueblo andorrano. Y es que, según ha manifestado, el gesto del obispo no solo tiene un valor jurídico, sino también un mensaje para la sociedad andorrana: todas las creencias y convicciones pueden “convivir dentro de un sistema democrático”.

Reivindicación del coprincipado

Antes de la intervención del Copríncipe, ha hecho un discurso el síndic general (presidente del Parlamento), Carles Ensenyat, que ha reivindicado el valor del coprincipado parlamentario señalando que es “más esencial” de lo que pueden serlo la monarquía o la república en otros países.

A la vez ha destacado que Andorra es “hija de sus instituciones” y que el coprincipado es algo más que la forma de gobierno del país, porque no solo explicita la forma como se ejerce el poder si no que también determina la razón de ser geopolítica y la forma andorrana de estar en el mundo.