La difícil elección de Neta, militar israelí en la reserva que dice “no”

Militar israelí

El 7 de octubre de 2023, Neta Caspin estaba en su casa en Haifa, la principal ciudad del norte de Israel. El día del ataque de Hamás, las fiestas judías estaban llegando a su fin y se preparaba para regresar a las aulas del Technion, una de las principales universidades tecnológicas de Israel, para continuar su doctorado en ingeniería alimentaria. En agosto fue dada de baja como reservista del ejército israelí. Después de dos años de servicio militar obligatorio, completó tres años más de extensión voluntaria con el grado de oficial.



Decidió permanecer como reservista, es decir, como civil lista para reincorporarse al ejército en caso de emergencia. Durante una semana al año necesitan actualizarse. Neta estaba asignada al Batallón Hebrón, el ejército que opera en la ciudad de la tumba de los Patriarcas, santa para judíos y musulmanes, una de las ciudades palestinas que son un termómetro del conflicto.

De treinta y tres años, criada en una familia laica, con dos hermanos y una hermana, de pensamiento de izquierda, decidió seguir como reservista para conocer de primera mano las zonas más calientes de los Territorios Palestinos. En todos estos años, nunca ha presenciado directamente actos de violencia gratuita, pero ha visto los asentamientos israelíes en Hebrón y sus alrededores, donde viven colonos extremistas. Está convencida de que es un deber moral defender a los ciudadanos israelíes de los ataques terroristas, pero considera inaceptable la política de ocupación en constante expansión del actual gobierno.

Imágenes impactantes

En 2023, Neta fue asignada a otras unidades que operan en la frontera de Gaza. Muchas mujeres soldados operan en la barrera aparentemente infranqueable que divide la Franja de Israel, y se les confía la tarea de actuar como vigilantes. Al amanecer del 7 de octubre de 2023, Neta comprendió inmediatamente que el devastador ataque de Hamás conduciría a su país a una guerra sin precedentes. Durante tres días no pudo comer ni dormir debido a la brutalidad de las imágenes transmitidas por la televisión. También la mantienen despierta por la noche los más de 250 rehenes tomados por terroristas.

A principios de noviembre de 2023, Neta se encontraba en la frontera de Gaza, al frente de una unidad que reparaba vehículos militares. Su base está cerca de Nir Oz, uno de los ‘kibutz’ implicados en la masacre. La ira contra aquellos que no defendieron a Israel está generalizada entre los soldados, la mayoría de los cuales están convencidos de que liberar a los rehenes será la prioridad de la guerra. A la tregua para la liberación del primer grupo de rehenes en noviembre de 2023 le seguirán otras, piensa Neta, mientras cada vez llegan más soldados heridos a la base.

Paloma_tanque

Durante una cena bajo las tiendas militares, Neta comenzó a discutir con el rabino de la base, quien intentaba convencer a los soldados de que todos los palestinos de Gaza son enemigos a los que hay que pagar con la misma moneda. Cuando Neta hablaba del alto número de víctimas civiles palestinas, le respondía que los terroristas utilizan a los civiles como escudos humanos y que, por lo tanto, las muertes de inocentes son inevitables. Neta, en su interior, estaba cada vez más turbada. Ama a su país, quiere servirlo, pero no de esa manera.

No fue fácil decidirse a firmar una carta pública, junto con otros 150 reservistas, dirigida al primer ministro Netanyahu en la que anunciaban que no servirán más en el ejército hasta que el Gobierno no fuera capaz de liberar a los rehenes. Cuando, tras quitarse el uniforme en abril de 2024, regresó a las aulas del Technion, percibió el precio de la gestión política de esta guerra en sus relaciones con los estudiantes árabes. Lazos rotos, desconfianza mutua, heridas profundas que difícilmente sanarán.


*Reportaje original publicado en el número de febrero de 2025 de Donne Chiesa Mondo.

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