La locura de la violencia de los años 80 se ha re-instalado en Colombia tras el atentado contra el senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, ocurrido este 7 de junio en Bogotá.
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El cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, condenó este hecho, “rechazo este vil acto”, dijo a Noticias Caracol.
Denunció que esto es resultado de “la concretización del odio y de la polarización”, por lo que ha pedido frenar la crispación política “si queremos que Colombia tenga futuro”.
“Solo a través del diálogo sincero, solo a través del respeto a la legítima diversidad, de respetar la vida del que piensa distinto, podremos ahora avanzar en la democracia”, señaló.
Jornada de oración
El cardenal Rueda invitó a los colombianos a orar por Miguel Uribe Turbay, quien se debate entre la vida y la muerte.
Ha llamado a todos los ciudadanos a establecer “un pacto para excluir toda forma de violencia, empezando por “la violencia verbal del proceso democrático que estamos iniciando en Colombia” en referencia al discurso polarizante del presidente Gustavo Petro en los últimos meses.
Aseguró que en estos momentos “nuestras palabras deben construir un país reconciliado, un país donde podamos en la diferencia vivir en paz”.
Por lo tanto, este debe ser “el momento oportuno para volver a llamar a la paz, en la cual debemos todos los colombianos”.
El camino de la reconciliación
El purpurado también aseguró que “el liderazgo de nuestro país necesita ética, el liderazgo de nuestro país necesita espiritualidad, el liderazgo de nuestro país necesita respeto a la vida”.
Todo ello para que la democracia “nos haga avanzar en un desarrollo integral, donde quepan todas las diferencias y donde todos seamos capaces de encontrarnos como ciudadanos”.
A pesar de este panorama oscuro, Rueda pide a todos “avanzar en un camino de esperanza”. Esto depende de la actitud que cada uno tenga frente al otro.
Es un momento para tomar conciencia sobre lo que se quiere en el futuro inmediato que es el camino de la reconciliación y “esto exige “respeto por el otro”.
Reiteró que quienes dirigen a Colombia “tienen la enorme responsabilidad de no incendiar al país”.