Josep-Lluís Serrano Pentinat es desde hoy a mediodía el nuevo obispo de Urgell (Lleida) y, por tanto, copríncipe de Andorra. Su nombramiento se ha hecho oficial después de que se haya dado a conocer que León XIV haya la renuncia de Joan-Enric Vives, su predecesor en ambos cargos desde hace más de dos décadas.
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Se da la circunstancia de que el obispo de Urgell se convierte en jefe de Estado de Andorra en un mano a mano como el presidente francés Emmanuel Macron. A la par, se convierte en el único pastor del planeta junto al Papa que ostenta una jefatura de Estado.
Tomar las riendas
Serrano fue nombrado obispo coadjutor de la diócesis desde el 12 de julio de 2024 y desde entonces ha trabajado conjuntamente con Vives para conocer tanto el engranaje de la diócesis como sus labores institucionales al servicio de Andorra. Ahora, cuando Vives prácticamente un año después de que Vives cumpliera 75 años, Serrano toma las riendas de ambas responsabilidades.
El nuevo obispo de Urgell y copríncipe de Andorra tiene 48 años y un amplio bagaje como diplomático. No en vano, antes de desmbarcar en Cataluña, este tortosino fue consejero de nunciatura en la Sección para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y fue secretario en las nunciaturas apostólicas en Mozambique (2012-2016), Nicaragua (2016-2017) y Brasil (2017- 2019). También acumula experiencia pastoral como párroco y como docente al haber impartido clases de Religión en Educación Infantil y Primaria Mestral, así como en el seminario mayor diocesano y el instituto de Teología San Agustín en Tortosa.
El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, como Metropolitano de la Provincia Eclesiástica Tarraconense (a la que pertenece Urgell), ha agradecido el trabajo de Vives y ha constatado un “sincero deseo de un buen ministerio apostólico al obispo Serrano, lleno de frutos y bendiciones en bien del pueblo santo de Dios”.