León XIV quiere que “testigos de un estilo de vida diferente, no violento” que permitan posibilitar “procesos de construcción de paz no violenta”. Así al menos lo ha manifestado esta mañana, en el encuentro que ha mantenido en el Palacio Apostólico Vaticano, con los Movimientos y Asociaciones que hace un año hicieron posible la llamada ‘Arena de la Paz’ de Verona, un encuentro promovido por el papa Francisco.

• WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

De hecho, entre las 250 personas que se encontraban en la Sala Clementina, en primera fila estaban el israelí Maoz Inon, cuyos padres fueron asesinados por Hamás, y el palestino Aziz Sarah, cuyo hermano fue asesinado por el ejército israelí. El papa Prevost subrayó que “ahora son amigos y colaboradores”. “Ese gesto permanece como testimonio y signo de esperanza”, enfatizó justo después.

Denunciar injusticias

“La construcción de la paz comienza por ponerse del lado de las víctimas”, remarcó el primer Pontífice norteamericano de la historia, evocando las reflexiones de Jorge Mario Bergoglio.

En línea con otras intervenciones anteriores, el Papa agustino instó a los presentes a “desarmar corazones, miradas, mentes y denunciar las injusticias de un sistema que mata y se basa en la cultura del descarte”.

En su alocución, León XIV compartió que “el camino hacia la paz requiere corazones y mentes entrenados y formados para cuidar a los demás y capaces de reconocer el bien común en el contexto actual”. De esta manera, se erige como una tarea comunitaria, en la que han de cuidarse “las relaciones de justicia” y el compromiso con el bien común.

Agresión generalizada

“Esta paz es posible cuando las diferencias y los conflictos que conllevan no se eliminan, sino que se reconocen, se asumen y se cruzan”, reflexionó en voz alta, invitando a promover el diálogo y la creatividad.

León XIV, con los responsables del encuentro Arena de Verona

“Frente a las guerras, el terrorismo, la trata de seres humanos, la agresión generalizada, los niños y los jóvenes necesitan experiencias que los eduquen en la cultura de la vida, el diálogo y el respeto mutuo”, reivindicó después.

La no violencia

“La no violencia como método y como estilo debe distinguir nuestras decisiones, nuestras relaciones, nuestras acciones”, apuntó, tomando como eje el Evangelio y la Doctrina Social como “alimento constante de este compromiso”.

“Si queréis la paz, preparad instituciones de paz”, dijo de manera directa, al considerar que “no se trata sólo de instituciones políticas, nacionales o internacionales, sino que es el conjunto de instituciones -educativas, económicas, sociales- las que se pone en cuestión”. En este sentido, hizo suya la propuesta que Francisco lanza en la encíclica Fratelli tutti de construir un ‘nosotros’, “que también hay que traducir a nivel institucional”.