La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) reconoce a 258 víctimas de abusos al sumar los casos de sus tres informes antiabusos, cuya tercera edición se publicó ayer. En concreto, la Iglesia italiana detectó en el periodo 2023-2024 a 115 víctimas, en 2022 fueron 54 y en el periodo 2020-2021 un total de 89.
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De las 115 víctimas reconocidas en este último periodo, 64 son hombres y 51 mujeres, según explicaron Paolo Rizzi y Barbara Barabaschi, autores del informe publicado por el Servicio Nacional para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables del Episcopado -con la participación de 184 diócesis (el 94,2% del total)- y presentado en la embajada italiana ante la Santa Sede (Palacio Borromeo).
Por edades, la mayoría de las víctimas (36) tenían entre 10 y 14 años, seguidas por la franja de mayores de 18 años (35), de entre 15 y 18 años (23), de entre 5 y 9 años (15) y de cero a cuatro años (6), según informa EFE.
Un total de 69 casos
Aunque las víctimas son 115, los casos son 69, puesto que los agresores tienen en muchos casos varias víctimas que describen los mismos hechos situándolos en el mismo momento. De estos, 20 fueron cometidos en 2023, 17 en 2024 y 32 en el pasado.
En la mayor parte de los casos, los abusos tienen lugar en las parroquias (27), seguido por los centros de formación, seminarios o campamentos (11), en institutos religiosos (5) o en escuelas (4).
Los victimarios son, en general, hombres de mediana edad. En concreto, 44 fueron sacerdotes, 15 religiosos y 8 laicos. Asimismo, en esta ocasión se han detectado a dos mujeres agresoras.

Obispos de la Conferencia Episcopal Italiana
Más esfuerzos y más colaboración
En la presentación, el secretario general de la CEI y arzobispo de Cagliari, Giuseppe Baturi, abogó, como informa Vatican News, por “acometer todo esfuerzo” para proteger a niños y personas vulnerables en la Iglesia y por “tratar de derribar cualquier dificultad” y “proseguir” en este proceso. El prelado pidió también ayudar a las diócesis más pequeñas y débiles, potenciando los centros de escucha.
El obispo colombiano Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, defendió que “la prevención puede arraigarse en la vida ordinaria de la Iglesia” y apostó por la colaboración entre órganos eclesiásticos y civiles.
“Los elementos que se deben impulsar de forma particular me parecen estos: un modelo territorial multinivel, una sinergia entre las diócesis y las realidades institucionales locales y nacionales; la formación como palanca para el cambio cultural; la integración entre la dimensión eclesial y la dimensión civil, es decir, la colaboración con los organismos públicos en nombre de la alianza y de una Iglesia sinodal y transparente”, agregó.
En la presentación también se leyó un mensaje de la responsable de la Autoridad Garante para la Infancia y la Adolescencia de Italia, Marina Terragni, quien urgió a la Iglesia a reforzar una red de escucha “bien formada” que sepa gestionar las denuncias.