El Papa pide en su encuentro con los trabajadores del Vaticano conservar el “buen humor heredado de Francisco”
Papa León XIV ante la Curia Romana y trabajadores
El papa León XIV ha completado su ciclo de audiencias de inicio de pontificado recibiendo en el Aula Pablo VI, en audiencia a los Oficiales de la Curia Romana, a los empleados de la Santa Sede, del ‘Governatorato’ del Estado de la Ciudad del Vaticano, así como del Vicariato de Roma –muchos de ellos acompañados por sus familiares–. Y es que, ha asegurado el pontífice: “Los Papas pasan, la Curia permanece”.
León XIV, que fue recibido por una gran ovación –“cuando los aplausos duran más que el discurso, hay que hacer este más largo”, bromeó–, no quiso ofrecer un “discurso programático” sino darles “las gracias por el servicio que prestan”. Una Curia de la que forma parte desde hace dos años como prefecto del Dicasterio para los Obispos. Para él, “la Curia es la institución que conserva y transmite la memoria histórica de una Iglesia, del ministerio de sus obispos. Esto es muy importante. La memoria es un elemento esencial en un organismo vivo. No sólo se dirige al pasado, sino que alimenta el presente y orienta el futuro. Sin memoria, el camino se pierde, pierde el sentido de la orientación”.
“Trabajar en la Curia romana significa contribuir a mantener viva la memoria de la Sede Apostólica, en el sentido vital que acabo de mencionar, para que el ministerio del Papa pueda desarrollarse de la mejor manera posible”, reclamó. A esto añadió “la dimensión misionera de la Curia y de toda institución vinculada al ministerio petrino”, como impulsó el papa Francisco en ‘Evangelii gaudium’ y ‘Praedicate Evangelium’ siguiendo las reformas de sus predecesores. Como misionero en Perú, Prevost reivindicó que “la llamada a servir a la Iglesia aquí en la Curia Romana fue una nueva misión, que he compartido con vosotros estos dos últimos años. Y todavía la continúo y la continuaré, mientras Dios quiera, en este servicio que se me ha confiado”.
Recordando las palabras de su elección, animó a que “todos debemos colaborar en la gran causa de la unidad y del amor, intentemos hacerlo ante todo con nuestro comportamiento en las situaciones cotidianas, empezando incluso en el lugar de trabajo”. Cada uno puede ser constructor de unidad con sus actitudes hacia sus colegas, superando los inevitables malentendidos con paciencia y humildad, poniéndose en el lugar de los demás, evitando los prejuicios, y también con una buena dosis de humor, como nos ha enseñado el papa Francisco”, reivindicó a la vez que pidió por todos los trabajadores y sus familias.