La diócesis de Saint-Gall, creada en el siglo XIX, conserva el privilegio de elegir a su pastor
Beat Grögli
El párroco de la catedral y unidad pastoral del centro de la ciudad de Saint-Gall, en el noreste de Suiza, ha sido confirmado este jueves 22, por el papa León XIV, como nuevo obispo de su diócesis. Un nombramiento como el de otros tantos obispos pero que, en realidad, tiene algo especial: ha sido elegido por los fieles de su diócesis y no por Roma, como es habitual.
La diócesis de Saint-Gall, creada en el siglo XIX, conserva el privilegio de elegir a su obispo. Así, al cumplir 75 años, a principios de agosto de 2024, el actual prelado pidió al Papa la renuncia a sus funciones. La respuesta llegó unos días después, en la que Francisco le pedía que permaneciera en el cargo hasta que se eligiera su sucesor.
El 20 de agosto del mismo mes, el capítulo catedralicio, compuesto por 13 miembros del clero, abrió en las comunidades diocesanas “una amplia consulta de inspiración sinodal” esencialmente online, en la que participaron 173 grupos y 1305 personas, para reflexionar sobre el perfil que debe tener el obispo a elegir, en vista de los desafíos percibidos de la diócesis en el presente y en el futuro.
El 9 de septiembre, a partir de las conclusiones de la consulta , realizada por el Instituto Suizo de Sociología Pastoral, con sede en Saint Gall, el capítulo catedralicio llegó a una lista de seis candidatos cuyas trayectorias habían sido investigadas por la Nunciatura y el Dicasterio para los Obispos. Esta lista fue devuelta a la diócesis, sin objeciones, en abril de 2025.
El día fijado para la elección fue el 23 de abril. Sin embargo, la muerte del papa Francisco dos días antes llevó al capítulo a posponer la elección por un mes (hasta el 20 de mayo). Sin embargo, en la mañana del 23, el Colegio Católico, que es el parlamento de la corporación eclesiástica en el cantón de Saint-Gall y que tiene la prerrogativa de señalar objeciones a cualquiera de los candidatos, hasta tres, celebró la reunión que estaba prevista.
La elección del obispo tuvo lugar precisamente el pasado martes y el nombre elegido fue enviado inmediatamente al Dicasterio de los Obispos. Al igual que ocurrió con los seis candidatos, en el proceso no se hicieron públicos ningún nombre, para evitar cualquier situación de veto por parte del Vaticano o, posteriormente, del Colegio.
La respuesta llegó este jueves, confirmando la elección hecha en la diócesis: el elegido fue Beat Grögli. El anuncio lo hizo el mediodía de este jueves el decano y vicario general de la diócesis, en una sesión solemne que incluyó un concierto de órgano y la primera bendición del obispo electo, que asumirá oficialmente su cargo a principios de julio.