El papa León XIV ha acabado su primer sábado como Pontífice casi de la misma manera que lo comenzó, destacando el legado de Francisco.

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Por la mañana fue presentando a los cardenales las claves del magisterio del Pontífice argentino a través de ‘Evangelii gaudium’; y al final de la tarde rezando ante la tumba en la basílica de Santa María la Mayor –de la que tomará posesión el 25 de mayo–. León XIV rezó en silencio de rodillas ante la tumba y depositó una rosa blanca sobre la lápida.

Su entrada en el templo fue recibida con gran entusiasmo por los numerosos fieles presentes en el templo romano. Según ha confirmado el Vaticano, antes de su vuelta a su residencia, rezó también ante el icono de la Virgen ‘Salus Populi Romani’, gran devoción romana y del fallecido papa Francisco.

Visita mariana

Antes, Robert Francis Prevost comenzó la tarde con una visita sorpresa a una iglesia agustiniana dedicada a la Virgen del Buen Consejo, muy propia del carisma de san Agustín.

Esta advocación se venera las afueras de Roma, en la localidad de Genazzano. “Tenía muchas ganas de venir aquí en estos primeros días del nuevo ministerio que la Iglesia me ha encomendado, para llevar adelante la misión como Sucesor de Pedro”, señaló el Papa antes de rezar ante la imagen.

Todo esto en un día que comenzó con el encuentro de León XIV con los cardenales durante la mañana, en el que ha sido el primero de su decena de encuentros programados ya para este mes de mayo. A ellos les ha explicado el porqué de su nombre, además de invitarles a renovar su adhesión al Concilio Vaticano II y al magisterio del papa Francisco.