Eloy Santiago: “En la Iglesia no hay equipos contrarios”

El nuevo obispo de Tenerife comparte con ‘Vida Nueva’ sus inquietudes pastorales

El obispo de Tenerife, Eloy Santiago (fuente: Diócesis de Canarias)

El sacerdote Eloy Alberto Santiago, de 51 años, es desde el pasado 24 de febrero a mediodía el nuevo obispo de Tenerife. El hasta ahora secretario canciller de la diócesis vecina de Canarias, además de párroco y responsable de la economía del Obispado, toma el testigo de Bernardo Álvarez, que estuvo al frente del pastoreo de San Cristóbal de la Laguna durante casi una década.



PREGUNTA.- Recibió la noticia el 8 de febrero… ¿Se le ha hecho muy cuesta arriba la espera del anuncio oficial?

RESPUESTA.- Los primeros días, bastante, porque estaba todavía acabando de asimilarlo. Después, en el día a día, te ves en la parroquia y otros lugares hablando de cómo vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro… Mientras, yo por dentro me decía ‘bueno, vamos a ver’. Con la ayuda del Señor lo he llevado bien.

P.- Su nombramiento llega con la hospitalización del papa Francisco…

R.-Efectivamente, todos nosotros, toda la Iglesia, lo estamos viviendo en estos días, estamos pendientes de ese Hospital Gemelli de Roma, de la salud del Santo Padre, alegrándonos de esas pequeñas mejoras y con preocupación. Nosotros, los habitantes de Canarias, si cabe, estamos aún más preocupados por la situación porque tenemos mucha ilusión de que el Santo Padre venga a Canarias, como había expresado en muchas ocasiones, ese interés, ese deseo para conocer la labor de la Iglesia, del pueblo canario, en relación con el trabajo con las personas migrantes. Ahora todo es incertidumbre, pero confiados en el Señor, que el Señor le ayude, le asista en este momento y que sienta nuestra cercanía, nuestra oración.

P.- En 2003, ingresó en la Pontificia Academia Eclesiástica. Después estuvo en Colombia, África Meridional y Gran Bretaña y en 2014 volvió a su diócesis ¿Por qué abandonó la carrera diplomática?

R.-Fue fruto de un discernimiento. Yo entré en el servicio diplomático, porque me fue pedido. Le pidieron a mi obispo de entonces, Ramón Echarren, que algún sacerdote que estudiaba en Roma, entrara en la Academia para prestar este servicio a la Santa Sede. Yo, en espíritu de obediencia, con humildad, lo acepté. Estuve ocho años en distintos países, pero siempre tenía la inquietud interior de un trabajo pastoral con las personas, una cercanía más pastoral. Deseaba un trabajo más directo, más en contacto y también tomaba conciencia de la realidad de la diócesis de Canarias, y veía la escasez de clero. Sentía que tenía que aportar mi granito de arena y esa fue la motivación principal por la que dejé el servicio diplomático. A todos les costó un poco aceptarlo porque no lo esperaban y les daba pena que dejara el servicio, pero se mostraron muy comprensivos con mi discernimiento y muy acogedores en el sentido de decir: ‘Aquí tienes las puertas abiertas’.

El Obispo De Tenerife Eloy Santiago

P.-¿Qué le preocupa de su nueva misión?

R.-No digo preocuparme, pero ciertamente lo que me gustaría, viéndome ya de obispo en San Cristóbal de la Laguna, es favorecer, fomentar los lazos de comunión en toda la diócesis, especialmente con los laicos. Que seamos una Iglesia unida, con la fuerza del Señor, de su Espíritu.

P.-Es obispo de Tenerife pero viene de la diócesis de Canarias. Digamos que va al equipo contrario…

R.-Ya estoy experimentando una acogida espectacular. Una vez más se muestra que ese llamado pleito insular es una cuestión que se quedó ya en algo anecdótico y que quizás algunas personas, ideologías o partidos o medios utilizan por intereses. En el pueblo sencillo, en la sociedad canaria en general, en la Iglesia en particular, tenemos conciencia de ser un solo pueblo, el pueblo canario. Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. En la Iglesia no hay equipos contrarios. Estamos todos en el mismo equipo, estamos todos con el mismo capitán, que es el Señor, y luchando para meter gol.

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