“Como sucesor de San Pedro, usted llama no sólo a cada católico, sino a cada cristiano a lo que nos une en la fe: ofrecer la esperanza de Jesucristo a cada persona, ciudadano e inmigrante por igual”. Así comienza la respuesta del arzobispo Timothy Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, a la carta enviada por el papa Francisco a los obispos estadounidenses esta semana.
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Y es que, en su misiva, el papa Francisco dirige “unas palabras” que, “en estos delicados momentos” de “importante crisis” con motivo del “inicio de un programa de deportaciones masivas” dispuesto por el nuevo presidente, el republicano Donald Trump. En el texto, además, el Papa reconoce el trabajo de los obispos en favor de los migrantes y refugiados, y les ofrece su apoyo, aliento moral y oraciones.
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Salvaguardar la dignidad de todos
“Todos nos dirigimos al Señor en oración para que las familias que sufren por la repentina retirada de la ayuda encuentren la fuerza para soportarla”, continúa la respuesta de los prelados. “Junto con usted, rezamos para que el gobierno de Estados Unidos mantenga sus compromisos previos de ayudar a quienes se encuentran en una situación desesperada”, añade la carta.
Finalmente, Broglio concluye pidiendo a Francisco que continúe rezando “para que podamos encontrar el coraje como nación para construir un sistema de inmigración más humano, que proteja a nuestras comunidades y al mismo tiempo salvaguarde la dignidad de todos”.
